
La isla de Puerto Rico es de origen volcánico
La isla de Puerto Rico cuenta con otras islas propias a su alrededor, cayos o islotes siendo estas: Vieques, Culebra, Culebrita, Mona, Monito, Isleta Marina, Desecheo, Isla Caja de Muertos,Palomino, Cayo Ratones, Islotes Cayo de Barca, Islas Magueyes, Cayo Berberia, Cayo Caribe, Cayo Santiago, Isla Piñero, Cayo Norte, Cayo Icacos, Isla de Palominos, Palominitos, Isla de Gilligan y otros cayos menores.
La historia de Puerto Rico comenzó con el asentamiento del
pueblo Ortoiroide en el
archipiélago de
Puerto Rico, entre los años 3000 y 2000 a.C. Otras tribus, como la de los indios
arahuaco y
saladoide, poblaron la isla entre los años 430 a.C. y 1000 d.C. En el momento de la llegada de
Cristóbal Colón al
Nuevo Mundo en
1493, la cultura indígena dominante era la de los
taínos. La cultura taína se extinguió durante la última mitad del siglo XVI debido a la explotación de los pobladores españoles, a la guerra que libraron contra los taínos y las enfermedades que trajeron los europeos.
Localizado en el noreste del
Mar Caribe, Puerto Rico formó parte clave del
Imperio Español desde los primeros años de la exploración, conquista y colonización del Nuevo Mundo. La isla fue un puesto militar importante, durante muchas guerras entre España y otras potencias europeas por el control de la región en los siglos XVI, XVII y XVIII. Siendo la más pequeña de las
Antillas Mayores, Puerto Rico era un trampolín en el pasaje de Europa a
Cuba,
México,
América Central y los territorios del norte de Sudamérica. A lo largo de casi todo el siglo XIX hasta el final de la
Guerra Hispano-Estadounidense, Puerto Rico y Cuba fueron las dos últimas colonias españolas en el Nuevo Mundo; sirvieron como los últimos puestos de avanzada españoles en una estrategia para volver a obtener el control del continente americano.
En 1898, durante la guerra hispano-estadounidense, Puerto Rico fue invadido y se convirtió posteriormente en una posesión de los
Estados Unidos. La primera mitad del siglo XX estuvo marcada por la lucha por obtener mayores derechos
democráticos de parte de Estados Unidos. La
Ley Foraker de 1900, que estableció un gobierno civil, y la
Ley Jones de 1917, que otorgó la ciudadanía norteamericana a los puertorriqueños, preparó el camino para la redacción de la
Constitución de Puerto Rico y para el establecimiento de elecciones democráticas en 1952; sin embargo, el estatus político de Puerto Rico, un
Estado libre asociado controlado por los Estados Unidos, sigue siendo una anomalía a más de 500 años que los primeros europeos se asentaron en la isla.
Caguana
El asentamiento ehola n Puerto Rico comenzó con el establecimiento de la cultura ortoiroide proveniente de la
región de Orinoco en América del Sur. Algunos académicos sugieren que este asentamiento tuvo lugar hace 4000 años. Una excavación arqueológica en la isla de
Vieques en 1990 halló restos de lo que se cree fue un hombre ortoiroide (llamado hombre de Puerto Ferro) que fue fechado alrededor del 2000 a.C. Los ortoiroides fueron desplazados por los saladoides, una cultura de la misma región que llegó a la isla entre el 430 y el 250 a.C. Se cree que los
arahuacos poblaron la isla entre los siglos VII y VI. Durante este tiempo, la cultura taína se desarrolló y alrededor del 1000 a.C. se había convertido en dominante. La cultura taína ha sido rastreada en el pueblo de Saladero en la cuenca del
río Orinoco en
Venezuela; los taínos migraron a Puerto Rico cruzando las
Antillas Menores.
Para el momento de la llegada de Colón, se estima que habitaban la isla entre 30 y 60 mil taínos, liderados por el
cacique (jefe) Agüeybaná. Los indígenas llamaban a la isla Boriken que significa "la gran tierra del valiente y noble Señor". Los nativos vivían en pequeñas aldeas llamadas "yucayekes" lideradas por un cacique y susbsistían cazando, pescando y reuniendo
mandioca indígena y fruta. Cuando llegaron los españoles en 1493, estaban teniendo lugar conflictos con los invasores
caribes que se estaban trasladando hacia las
Antillas. La dominación taína de la isla estaba llegando a su fin y la llegada de los españoles marcaría el principio de su extinción. Su cultura, sin embargo, permanecería fuertemente grabada en la de Puerto Rico contemporáneo. Instrumentos musicales tales como las
maracas y los
güiros puertorriqueños, las
hamacas, y palabras tales como
Mayagüez,
Arecibo,
iguana y huracán son ejemplos del legado dejado por los taínos.
Gobierno español (1493–1898)
El principio de la colonización
Cristóbal Colón, el explorador que descubrió Puerto Rico.
El
25 de septiembre de
1493,
Cristóbal Colón se dio a la vela en su
segundo viaje con 17 barcos y entre 1200 y 1500 hombres desde
Cádiz. El
20 de noviembre de
1493, Colón hizo tierra en la isla, llamándola San Juan Bautista en honor de San
Juan Bautista. Entonces, a la llegada de los españoles, la isla estaba habitada por los indios
taínos. Este nombre les fue dado por los españoles y significa "bueno" o "noble". Lo más probable, este pueblo se nombraba a si mismos
jíbaro o
boricua, nombre derivado del nombre indígena de
Puerto Rico,
Borikén. Desde Puerto Rico, Cristóbal Colón se trasladó a la
isla Española, donde pensaba encontrar a los 39 hombres que había dejado en el
fuerte de Natividad, pero con dolor supo que habían perecido todos a manos de los indígenas. Algunos creen que los taínos pensaron que Colón y sus acompañantes eran dioses supuestamente debido al color de piel diferente, pero esta creencia viene de un punto de vista europeo que no comprendían las costumbres y modo de pensar de los indígenas. Los taínos le obsequiaron con regalos de
oro y Colón acuñó el nombre de Puerto Rico. Los indios taínos llamaban a la isla Borikén, lo cual de acuerdo a los datos de la época, significa "tierra de cangrejos o buruquenas, véase: Boru-quen, buru-quena" otros piensan que significa "tierras del valiente señor" por "bo" raíz de señor, "ri" valiente, y "kén" tierras. Sin embargo esta analogía se desestimó, gracias a que este dato fue extraído de un libro de fábulas que fue publicado a principios del siglo pasado y cuyo valor histórico es solo novel. Este nombre de Borikén evolucionó a Boriquén y luego a Borinquen. Es por esto que a Puerto Rico se le conoce como Borinquen, y a los
puertorriqueños como boricuas. Existen varias publicaciones que aclaran el significado de Boriquén como "tierra de cangrejos".
Los españoles le cambiaron el nombre de la isla a San Juan Bautista y a la capital le llamaron Ciudad Puerto Rico. Con los años, Ciudad Puerto Rico pasó a ser San Juan, y San Juan Bautista pasó a ser Puerto Rico. Sin embargo este nombre fue cambiado luego de la ocupación estadounidense por varios años a Porto Rico, para luego ser oficializado como Puerto Rico."
[6] El primer asentamiento,
Caparra, fue fundado el
8 de agosto de
1508 por
Juan Ponce de León, un lugarteniente de Colón, que más tarde se convirtió en el primer
gobernador de la isla.
[7] Al año siguiente, el asiento estaba abandonado en favor de una caleta cercana a la costa, llamada Puerto Rico, que tenía una bahía conveniente. En 1511, un segundo asentamiento,
San Germán, fue establecido en la parte suroeste de la isla. Durante la década de 1520, la isla tomó el nombre de Puerto Rico, mientras que el puerto se convirtió en
San Juan.
La
colonización tomó la forma de la
encomienda, en la cual los pobladores esclavizaron a los taínos, proveyéndoles de protección militar a cambio de trabajo. El
27 de diciembre de
1512, por presión de la
Iglesia Católica, el rey
Fernando II de Aragón promulgó las
Leyes de Burgos que modificaban las encomiendas con el fin de terminar con la explotación. Las leyes prohibían el uso de cualquier forma de castigo hacia la población indígena, además regulaba sus horas de trabajo, el salario, la higiene y el cuidado, a su vez que ordenaba que fueran
catequizados. En 1511, los taínos se sublevaron contra los españoles; el cacique Urayoán, como había planeado
Agüeybaná II, ordenó a sus guerreros ahogar al soldado español Diego Salcedo para determinar si los españoles eran inmortales. Después de haber sido ahogado, los aborígenes se quedaron cuidando el cuerpo por tres días para confirmar su muerte. La revuelta fue fácilmente sofocada por Ponce de León y al cabo de unas cuantas décadas la mayoría de la población nativa había sido diezmada por las enfermedades, violencia y la alta tasa de suicidios.
La Iglesia Católica, al percatarse de la oportunidad para expandir su influencia, también participó en la colonización de la isla. El
8 de agosto de
1511, el papa
Julio II estableció tres
diócesis en el Nuevo Mundo: una en Puerto Rico y dos en la isla de
La Española, a cargo del arzobispado de
Sevilla. El canónigo
Alonso de Manso fue nombrado obispo de la diócesis de Puerto Rico. El
26 de setiembre de
1512, antes de su llegada a la isla, se estableció la primera escuela de estudios. Al tomar posesión en 1513, se convirtió en el primer obispo en llegar a las Américas. Puerto Rico también se convertiría en el primer centro de operaciones eclesiástico en el Nuevo Mundo durante el papado de
León X y en el centro de la
Inquisición Española en el Nuevo Mundo.
Como parte del proceso de colonización, se trajeron esclavos africanos a la isla desde 1513. Debido a la disminución de la población taína, se llevaron cada vez más esclavos a Puerto Rico; sin embargo, el número de esclavos en la isla era ínfimo en comparación al número que se dirigía a las islas vecinas. A inicios de la colonización de Puerto Rico, también se realizaron intentos para quitar a España el control de Puerto Rico. Los caribes, una tribu proveniente del
Mar Caribe, atacaron los poblados españoles a lo largo de los bancos de los ríos Daguao y Macao en 1514 y nuevamente en 1521, pero cada vez eran fácilmente repelidos por la superioridad militar española. No obstante, estos no serían los últimos intentos por obtener el control de Puerto Rico. Las potencias europeas se dieron cuenta rápidamente el potencias de las tierras recientemente descubiertas y esperaban ganar el control de ellas.
Amenazas europeas
Vista del
Fuerte San Felipe del Morro a través de la bahía de San Juan.
Animados por la posibilidad de inmesa riqueza, muchas potencias europeas hicieron intentos de despojar a España del control de las Américas en los siglos XVI, XVII y XVIII. El éxito en las invasiones varió y, al final, todos los oponentes de España no lograron mantener control permanente de la isla. En 1528, los
franceses, reconociendo el valor estratégico de Puerto Rico, saquearon y quemaron el pueblo de San Germán, al suroeste de la isla. También destruyeron muchas de los primeros asentamientos de la isla, incluyendo
Guánica,
Sotomayor,
Daguao y
Loíza, antes de que la milicia local forzara su retirada. El único poblado que se quedó fue la capital, San Juan. Los corsarios franceses saquearían nuevamente San Germán en 1538 y en 1554.
España, determina a defender su posesión, comenzó la fortificación de la ensenada de San Juan a comienzos del siglo XVI. En 1532, la construcción de las primeras fortificaciones comenzó con
La Fortaleza, cerca de la entrada a la bahía de San Juan. Siete años más tarde, comenzó la construcción de defensas masivas alrededor de San Juan, incluyendo el
Fuerte San Felipe del Morro a la entrada de la bahía de San Juan. Más tarde, se construyó el
Fuerte San Cristóbal y el
Fortín de San Gerónimo con un subsidio financiero provenientes de las minas mexicanas y sirvieron para la defensa contra a ataques terrestres. En 1587, los ingenieros
Juan de Tejada y
Juan Bautista Antonelli rediseñaron el fuerte San Felipe del Morro, cuyos cambios perduraron. Políticamente, Puerto Rico fue reconocido en 1580 como una
Capitanía General para proveerle mayor autonomía y respuestas administrativas más rápidas frente a amenazas militares.
Sir Francis Drake, corsario inglés que realizó un ataque infructuoso a San Juan en 1595.
El
22 de noviembre de
1595, el
corsario inglés
Francis Drake, junto con 27 naves y 2500 hombres, navegó hacia la bahía de San Juan con el propósito de saquear la ciudad. Aunque San Juan fue incendiada, fueron incapaces de vencer a las fuerzas atrincheradas en los fuertes. Sabiendo que Drake no había logrado superar las defensas de la ciudad por mar, el
15 de junio de
1598, la
Marina Real Británica, liderada por
George Clifford, desembarcó tropas de 21 barcos al este de
Santurce. Clifford y sus hombres encontraron resistencia de los españoles mientras intentaban cruzar el puente de San Antonio (desde un área conocida en la actualidad como
El Condado (Puerto Rico) a la ensenada de San Juan. Sin embargo, los ingleses conquistaron la isla y mantuvieron el control por varios meses. Fueron forzados a abandonar la isla debido a un brote de
disentería entre las tropas. El año siguiente, España envió soldados, cañones y un nuevo gobernador,
Alonso de Mercado, para reconstruir la ciudad de San Juan.
Los siglos XVII y XVIII fueron testigos de más ataques a la isla. El
25 de setiembre de
1625, los
holandeses, liderados por
Balduino Enrico, atacaron San Juan y sitiaron el Fuerte San Felipe del Morro y La Fortaleza. Los residentes huyeron de la ciudad, pero los españoles, liderados por el gobernador
Juan de Haro, pudieron repelar el ataque holandés. En su retirada, los holandeses incendiaron la ciudad. La fortificación de San Juan continuó; en 1634,
Felipe IV de España fortificó el Fuerte de San Cristóbal, junto con seis fortalezas conectadas por una línea de muros de arenisca que rodeaban la ciudad. En 1702, los
ingleses asaltaron sin éxito el pueblo de Arecibo, localizado en la costa norte, al oeste de San Juan. En 1797, los franceses y españoles declararon la guerra al
Reino Unido. Los británicos intentaron nuevamente conquistar la isla, atacando San Juan con una fuerza de invasión compuesta por 7000 hombres y una
armada de 64 barcos de guerra, bajo el mando del general
Ralph Abercromby. El capitán general
Ramón de Castro y su ejército resistieron el ataque.
En medio de constantes ataques, surgieron las primeras muestras de la sociedad puertorriqueña. Un censo de 1765, conducido por el lugarteniente
Alejandro O'Reilly mostró una población total de 44.883, de los cuales 5.037 (11.2%) eran esclavos, un porcentaje bajo comparado con las otras colonias españolas en el Caribe. En 1786, fue publicada en
Madrid la primera historia de Puerto Rico —Historia Geográfica, Civil y Política de Puerto Rico por
Fray Iñigo Abbad y Lasierra—, la cual documentaba la historia de Puerto Rico desde la época del desembarco de Colón en 1493 hasta 1783. El libro también presenta un relato de primera mano de la identidad puertorriqueña, incluyendo su música, vestido, personalidad, etc.
Principios del siglo XIX
Real Cédula de Gracia de 1815, que permitía a los extranjeros a ingresar a Puerto Rico
El siglo XIX trajo muchos cambios a Puerto Rico, tanto políticos como sociales. En 1809, el gobierno español, contrario a
Napoleón, se reunió en Cádiz, al sur de España. Mientras todavía juraban lealtad al Rey, la
Junta Suprema Central invitó a representantes elegidos por las colonias.
Ramón Power y Giralt fue nominado como el delegado local en las
Cortes de Cádiz. Fue promulgada la Ley Poder que designaba cinco puertos para el comercio libre -
Fajardo,
Mayagüez,
Aguadilla,
Cabo Rojo y
Ponce— y establecía reformas económicas con el fin de desarrollar una economía más eficiente. En 1812, se adoptó la
Constitución de Cádiz, que dividía a España y a sus territorios en provincias, cada una con una corporación local o consejo para promover su prosperidad y defender sus intereses; esta ortogaba ciudadanía condicional a los puertorriqueños.
El
10 de agosto de
1815, fue promulgada la
Real Cédula de Gracia que permitía a los extranjeros ingresar a Puerto Rico (incluyendo refugiados franceses de La Española) y abría el puerto al comercio con otras naciones fuera de España. Este fue el principio del crecimiento económico basado en la agricultura, siendo los productos principales el azúcar, tabaco y café. La cédula también dio tierras a toda aquel que jurara lealtad a la Corona Española y su fidelidad a la Iglesia Católica Romana. Miles de familias de todas las regiones de España (particularmente, Asturias, Cataluña, Mallorca, Galicia y las Islas Canarias),
Alemania,
Córcega,
Irlanda, Francia,
Portugal, y otros lugares, escapaban de tiempos duros en Europa y eran atraídos por la oferta de tierras gratis, por lo que inmigraban rápidamente a Puerto Rico. Sin embargo, estos pequeños avances en autonomía y derechos tuvieron corta vida. Tras la caída de Napoleón, el
poder absoluto regresó a España, con lo cual se revocó la Constitución de Cádiz y se volvió a instituir a Puerto Rico en su anterior condición como
colonia administrativa, sujeta al poder irrestricto del
monarca español.
La integración de inmigrantes en la cultura y otros eventos cambieron a la sociedad puertorriqueña. El
25 de junio de
1835, la reina
María Cristina abolió el
comercio de esclavos a las colonias españolas. En 1851, el gobernador
Juan de la Pezuela Cevallos fundó la Academia Real de Bellas Artes. La academía licenciaba a maestros de escuelas primarias, formulaba métodos escolares y celebraba concursos literarios para promover el progreso intelectual de la isla. En 1858, se introdujo el telégrafo a la isla con la asistencia de
Samuel Morse quien instaló una línea en el pueblo de
Arroyo en la hacienda La Enriqueta.
Lucha por la autonomía
Banda revolucionaria de Lares, utilizada en la sublevación infructuosa del Grito de Lares
Durante siglos,
España y el
Reino Unido lucharon por la posesión de la isla. A finales del
siglo XIX hubo un movimiento para hacer de Puerto Rico una república independiente. El movimiento, llamado el
Grito de Lares, fue una revolución armada ocurrida el 23 de septiembre de 1868, sin embargo, fue controlada por los españoles quienes mantuvieron la isla para beneficio de la corona española.
Así, la última mitad del siglo XIX estuvo marcada por la lucha de Puerto Rico por su
autonomía. Un censo de 1860 contabilizó una población de 583.308, de los cuales 300.406 (51,5%) eran blancos y 282.775 (48,5%) eran personas de color, el último rubro incluía a las personas de herencia principalmente africana,
mulatos y
mestizos. La mayoría de la población de Puerto Rico era analfabeta (83,7%) y vivía en situación de pobreza. La industria agrícola -en ese tiempo, la fuente principal de ingreso- era obstaculizada por la falta de infraestructura de caminos, herramientas y equipo adecuado y por desastres naturales, incluyendo huracanes y sequías. La economía también sufría de tarifas e impuestos crecientes, exigidos por la Corona española. Además, España había empezado a exiliar o encarcelar a cualquier persona que demandara reformas liberales.
El
Grito de Lares fue planificiado por un grupo dirigido por el doctor
Ramón Emeterio Betances, en ese momento exiliado en la
República Dominicana, y por
Segundo Ruiz Belvis. En enero de 1868, Betances había fundado el Comité Revolucionario de Puerto Rico. Las figuras más importantes del levantamiento fueron
Manuel Rojas,
Mathias Brugman,
Mariana Bracetti,
Francisco Ramirez Medina y
Lola Rodríguez de Tió. Si bien el levantamiento fue significativo, fue rápidamente controlado por las autoridades españolas.
Tras el Grito de Lares, que coincidió con la
revolución de 1868 en España, se sucedieron reformas políticas y sociales hacia el final del siglo XIX. Así, se
abolió la esclavitud: primero, como
libertad de vientres (Ley Moret,
4 de junio de 1870), gracias a los esfuerzos de
Román Baldorioty de Castro,
Luis Padial y
Julio Vizcarrondo. Esta ley daba libertad a todos los esclavos nacidos después del
17 de setiembre de
1868 y a los mayores de 60 años. Posteriormente, con la
Primera República Española, el
22 de marzo de
1873, la Asamblea Nacional española abolió oficialmente la esclavitud, con solo unas pocas cláusulas especiales. La abolición estuvo restringida a Puerto Rico y no fue extendida a la vecina isla de Cuba, donde la oposición era mucho más fuerte y la presencia de esclavos mucho más importante (se calcula que en Puerto Rico habría unos 20 mil). Ambas iniciativas legislativas fueron decisivamente impulsadas por la
Sociedad Abolicionista Española fundada por el antiguo hacendado puertorriqueño
Julio Vizcarrondo, que años antes había liberado a sus propios esclavos.
En 1870, se formaron las primeras organizaciones políticas en la isla, emergiendo dos facciones. Los tradicionalistas, reunidos en el
Partido Liberal Conservador, eran liderados por
José R. Fernández,
Pablo Ubarri y
Francisco Paula Acuña, y abogaban por la asimilación en el sistema partidario de España. Mientras que los autonomistas, reunidos en el
Partido Liberal Reformista, eran liderados por
Román Baldorioty de Castro,
José Julián Acosta,
Nicolás Aguayo y
Pedro Gerónimo Goico, y abogaban por la descentralización fuera del control español.
[26] Más tarde, ambos partidos cambiarían sus nombres a
Partido Federal Reformista y
Partido Español Incondicional. En marzo de 1887, el Partido Federal Reformista fue reformado y denominado
Partido Autonomista Puertorriqueño que trataba de crear una identidad política y legal para Puerto Rico, aunque emulaba a España en todos los asuntos políticos. Era liderado por Román Baldorioty de Castro,
José Celso Barbosa,
Rosendo Matienzo Cintrón y
Luis Muñoz Rivera.
La lucha por la autonomía llegó casi a alcanzar su propósito el
25 de noviembre de
1897, cuando la
Carta Autonómica, que concedía autonomía política y administrativa a la isla, fue aprobada en España. Tras 400 años de dominio español,
Práxedes Mateo Sagasta, el Primer Ministro español, otorgó a la isla un gobierno independiente en el cuerpo legislativo del imperio en Cádiz, España. A su vez, el comercio con Estados Unidos y las colonias europeas fue abierto. La carta mantenía a un gobernador nombrado por España, que tenía el poder de vetar cualquier decisión legislativa con la que no estuviera de acuerdo, y una estructura parlamentaria parcialmente elegida.
[27] [28] Ese mismo año, fue fundado el
Partido Autonomista Ortodoxo, liderado por
José Celso Barbosa y
Manuel Fernández Juncos. El
9 de febrero de
1898, entró en funciones oficialmente el nuevo gobierno. La asamblea legisladora estableció su propio presupuesto e impuestos, además de aceptar o rechazar tratados comerciales concertados por España. En febrero de 1898, el gobernador general
Manuel Macías inauguró el nuevo gobierno de Puerto Rico bajo la Carta Autónoma que otogaba a los consejos completa autonomía en asuntos locales. Subsecuentemente, el gobernador no tenía autoridad para intervenir en asuntos civiles y políticos a menos que fuera autorizado para ello por el Gabinete. Las elecciones generales tuvieron lugar en marzo, y el 17 de julio de 1898 el gobierno autónomo de Puerto Rico comenzó a funcionar, pero no por mucho tiempo.
Invasión de 1898
US 1st Kentucky Volunteers en "Porto [sic] Rico", 1898
El
10 de marzo de
1898, Dr.
Julio J. Henna y
Robert H. Todd, líderes de la sección puertorriqueña del
Partido Revolucionario Cubano, empezaron a mantener correspondencia con el presidente de los Estados Unidos y con el Senado norteamericano con la esperanza de que consideraran incluir a Puerto Rico en la intervención planeada para Cuba. Henna y Todd también proveyeron de información al gobierno estadounidense sobre la presencia militar española en la isla. El
24 de abril, el Ministro de Defensa español
Segismundo Bermejo envió instrucciones al almirante español Cervera para dirigirse con su flota desde
Cabo Verde hacia el
Caribe, en especial a Cuba y Puerto Rico.
En mayo, el lugarteniente Henry H. Whitney del cuarto regimiento de artillería de los Estados Unidos fue enviado a Puerto Rico en una misión de reconocimiento. Se encargó de recabar mapas e información de las fuerzas militares españolas al gobierno norteamericano, datos que podían ser útiles para una invasión. El
10 de mayo, las fuerzas españolas atrincheradas en el Fuerte San Cristóbal en San Juan bajo el mando del capitán
Angel Rivero Mendez intercambiaron disparos con el navío USS Yale, bajo el mando del capitán William C. Wise. Dos días más tarde, el 12 de mayo, un escuadrón de 12 navíos norteamericanos comandados por el contralmirante
William Thomas Sampson bombardearon San Juan, causando pánico entre los residentes. El
25 de junio, el navío USS Yosemite bloqueó el puerto de San Juan. El
18 de julio, el general
Nelson A. Miles, comandante de las fuerzas estadounidenses, recibió órdenes de navegar hacia Puerto Rico y desembarca a sus tropas. El
21 de julio, un convoy con nueve transportes y 3.300 soldados, escoltados por el navío USS Massachusetts (BB2), partió hacia Puerto Rico desde
Guantánamo. El general Nelson Miles desembarcó sin oposición en
Guánica, localizado en la costa sur de la isla, el
25 de julio de
1898 con el primer contingente de tropas norteamericanos. Se encontró resistencia en las regiones sureñas y centrales de la isla, pero para finales de agosto, la isla estaba bajo control estadounidense.
El
12 de agosto, los protocolos de paz fueron firmados en
Washington, D.C. y se reunieron comisiones españolas en San Juan el
9 de setiembre para discutir los detalles del retiro de tropas españolas y la cesión de la isla a los Estados Unidos. El
1 de octubre, una reunión inicial fue sostenida en París para esbozar el Tratado de Paz. El
10 de diciembre de
1898, se firmó el
Tratado de París y fue ratificado el
6 de febrero de
1899 por el Senado estadounidense. España renunció a todo reclamo por Cuba, cedió
Guam, Puerto Rico y sus islotes a los Estados Unidos, el
11 de abril de
1899, y transfirió la soberanía sobre las
Filipinas a los Estados Unidos por $20.000.000. El general
John R. Brooke se convirtió en el primer gobernador militar estadounidense de la isla.
Gobierno de los Estados Unidos (1898–1914)
La bandera de 45 estrellas, usada por los Estados Unidos durante la invasión de Puerto Rico, fue también la bandera oficial de Puerto Rico desde 1899 hasta 1908.
Tras la ratificación del Tratado de París de 1898, Puerto Rico quedó bajo control militar de Estados Unidos. Esta situación trajo consigo cambios significativos: el nombre de la isla fue cambiado a Porto Rico (sería cambiado de nuevo a Puerto Rico en 1932) y la moneda fue cambiada del peso puertorriqueño al
dólar estadounidense.
Al fundar
José Martí el
Partido Revolucionario Cubano, incluía entre los objetivos del mismo el fomentar y auxiliar la independencia de Puerto Rico de el dominio español. El movimiento independentista ha perdurado aún después del establecimiento del status político actual y el
Partido Independentista Puertorriqueño mantiene aún un espacio en la política puertorriqueña. (Cerca del 4% del electorado)
En
1944,
Luis Muñoz Marín ganó las primeras elecciones democráticas en la historia de Puerto Rico, gracias a una ley federal que permitió a los territorios elegir un gobernador y en
1952, él ayudó a Puerto Rico a cambiar el nombre de la isla a "Estado Libre Asociado" a Estados Unidos. Aunque las leyes en Puerto Rico son paralelas con las de Estados Unidos, Puerto Rico tiene su propio equipo olímpico. El más alto rango político en Puerto Rico es el de gobernador quien está sujeto al presidente de los Estados Unidos.
En 30 octubre del
1950, los nacionalista dirigieron el
Grito de Jayuya, una insurrección contra el gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico en diversas localidades en Puerto Rico principalmente en el pueblo de Jayuya. Estados Unidos declaró ley marcial en Puerto Rico y envió a Jayuya la Guardia Nacional. El pueblo de Jayuya fue atacado por aire por aviones bombarderos y en tierra por artillería. Aunque parte del pueblo fue destruido, se impidió la difusión de las noticias de esta acción militar fuera de Puerto Rico. Los principales dirigentes del partido nacionalista fueron detenidos, entre ellos
Pedro Albizu Campos y Blanca Canales, y sentenciados a largas penas de prisión.
Para muchos, el
Estado Libre Asociado de Puerto Rico creado por una asamblea constituyente y ratificado como gobierno en 1952 es una colonia. El debate político gira aún, después de 50 años de la creación del ELA, en las opciones de un status permanente ya sea la independencia, el Estado Libre Asociado con mayor soberanía o la anexión total a EE.UU. Se han realizado tres plebiscitos después de la creación del ELA: 1967, 1993 y 1998 pero no han sido avalados por EE.UU. y sólo han servido para medir la popularidad de cada opción sin un compromiso serio del gobierno federal. En los tres plebiscitos la opción ELA ha prevalecido, pero en los últimos dos plebiscitos no ha alcanzado una mayoría absoluta.
En
2003 la entonces gobernadora Sila Calderón, en el discurso del 25 de julio, propuso la asamblea constituyente como fórmula para resolver el status político después del año 2004. Actualmente se desarrolla un movimiento en Puerto Rico para convertir la isla en una república asociada. Un informe emitido por la
Casa Blanca declara por voz del propio gobierno estadounidense que el llamado "estado libre asociado" es una colonia.
En Marzo de 2003, la Marina de EE.UU. abandonó la isla municipio de Vieques donde había tenido una base militar por más de 60 años, después de que en 1999 un civil muriera debido a una bomba lanzada por error en un puesto de observación dentro del perímetro de la base militar. Esta muerte provocó que en la primavera del año 2000 más de 20,000 ciudadanos protestaran contra la permanencia de la base militar y exigieran la salida de la Marina de EE.UU. de la isla de Vieques, mientras en zonas de la base militar se construían campamentos de desobediencia civil los cuales incluían campamentos del
Partido Independentista Puertorriqueño, iglesia católica y otros grupo, en desafío directo a la Marina. En noviembre de 2004, se llevaron a acabo las elecciones generales. En estas el ganador a la gobernación lo fue
Anibal Acevedo Vilá por el
Partido Popular Democrático. En noviembre de 2008 se llevaron a cabo elecciones generales. En estas el ganador a la gobernación fue Luis Fortuño por el Partido Nuevo Progresista.
El 23 de septiembre de 2005, día que se conmemoró el 138 aniversario del
Grito de Lares, ocurre una intervención federal en el municipio de Hormigueros. Las autoridades federales (
F.B.I.), descubrieron la residencia clandestina del prófugo líder independentista
Filiberto Ojeda Ríos. Durante esta intervención se desata un intercambio de disparos entre Ojeda y los agentes, que culminó con la muerte del revolucionario. Se conocen muy pocos detalles sobre el operativo. Se han levantado protestas y acusaciones por parte del sector independentista hacia lo que ellos denominan un "asesinato político". Filiberto Ojeda era el líder de una organización perseguida y acusada de actos delictivos a través de Estados Unidos.